viernes, 25 de enero de 2008

El día que descubrí a Nietzsche


Ha sido en la madrileña calle de Santa Engracia, el 23 de enero de 2008. En una librería de compra-venta, encantadora, inusual en estos tiempos.

Confieso mi agujero en Filosofía. Me sonaba el nombre pero no conozco su obra, ni sus ideas. Ojearlo me picó la curiosidad: nada pedante, muy asequible: "El caminante y su sombra". Confieso que me está fascinando.

(CONTINUARÁ...)
De su prólogo:
"Ser libre es estar solo"
" Nietzsche reniega de quien expone sus dolores para suscitar compasión"
Aforismo 7.
"Si existen los dioses, no se ocupan de nosotros" (Epicuro)
"... Se cede unos pasos ante el adversario y así se le dispone mejor a escuchar y reflexionar"
"... Primero: si es así, no nos importa; segundo, puede ser así, pero también puede ser de otra manera".
Aforismo 16.
" No tenemos una total necesidad de estas certezas para vivir una vida humana sólida y plena, como tampoco tiene necesidad de ellas la hormiga para ser una buena hormiga"

No hay comentarios: