Breve carta de amor.
Aquel día que apareciste en la biblioteca, estaba lejos de imaginar lo importante que ibas a ser en mi vida. No fue lo nuestro un flechazo, sino el comienzo de algo que nace y crece dulcemente, poco a poco. Pasando gozos y sombras, hemos compartido cien años de soledad. De tu mano aprendí a ser fingidor, primer paso en el camino del poeta. He visto paisajes por todo el mundo y he conocido tanta, tanta gente…
Contigo en fin, aprendí a amar. Hoy me siento plena y mi único deseo por satisfacer es retenerte siempre junto a mí.
Lo que no sé es cómo me las voy a arreglar para darles la noticia a papá y mamá; ¿te imaginas la presentación?:
- Estos son mis padres; aquí: mis libros favoritos.
TALLER CASA DE LAS CONCHAS
Ejercicio para el lunes 24 de octubre de 2006,
“Día de los libros y las Bibliotecas”.
Jornada de puertas abiertas.
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