miércoles, 4 de febrero de 2009

No le busques tres pies.


MICRO-RELATO ABS (abstracto, absurdo, absoluto).
Colecciono pronósticos
anuncios y matices
y signos
y sospechas
y señales.
(Del poema “Todo lo contrario”, de Mario Benedetti)

Se había propuesto, una vez más, permanecer sin habla. Del último silencio habían nacido unos versos que comenzaban: “No me voy a ir...” Y se los aprendió de memoria para dejarlos vagar libremente entre las ánimas del purgatorio.
¿Qué razón para el nuevo mutismo? ¿cansancio? ¿fin de la curiosidad? Una cierta sensación de derrota flotaba en el aire de aquella ciudad concisa, donde la utopía había dejado de existir hacía tiempo.
Hay veces que es mejor callar. A veces, es preciso callar.
El que calla no otorga: es esclavo de sí mismo.
Pasaron aproximadamente trescientos quince años, dos meses y cuatro días. A las doce en punto cayó una señal del cielo y todos supieron que el fin del mundo había llegado: el principio de la nada otra vez. Ésta ya no hubo poema; lo había dicho Pablo Neruda siglos antes: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche...”
Se oyó una voz cantar a lo lejos: “Mi corazón sombrío te busca, sin embargo…”
ENTRADAS: 1.212 (doce doce).

2 comentarios:

ZenyZero dijo...

Los corazones sombríos buscan la luz, después de que hayan llovido su lluvia de nubes de mil colores.

Gracias!
Chuff!!

Adu dijo...

¡Bonito!
Gracias a ti.