A veces las lágrimas.
28 de diciembre de 2008
A veces las lágrimas caen por dentro. Resbalan por el cerebro, descienden por la garganta, atraviesan el esófago, el estómago, penetran al hígado, barren el riñón, rasgan los ovarios, bajan por las piernas, y no reposan en los pies porque vuelven a ascender recorriendo sendas inversas.
Dejan el cuerpo surcado de regueros, caminos internos abiertos a golpe de dolor que no recuperan su ritmo jamás.
A veces las lágrimas caen por dentro.
Es mucho peor que llorar.
¡Ay los Narcisos!
Hace 1 día
11 comentarios:
Es un lluvia fina dolorosa.
Precioso.
Saludos.
Me gusta muchísimo el texto, mucho sentimiento.
Verdad
Adu, a ver si haces un esfuerzo por venir el dia 6 a la inauguración de "No te salves", te esperamos.
No sé, Mjdppl, ya veremos. Gracias de todos modos.
Hola guapAdu:
Que sepas que sigo leyéndote desde bien lejos, y que me gusta.
No sé por qué (no tiene nada que ver), tal vez por esas extrañas asociaciones subconscientes que todos hacemos sin saber por qué, me ha venido a la mente el micro-relato de "La uña", de Max Aub, que tanto me impresionó hace muchos años.
Aquí te lo dejo, por si alguien quiere leerlo.
El cementerio está cerca. La uña del meñique derecho de Pedro Pérez, enterrado ayer, empezó a crecer tan pronto como colocaron la losa. Como el féretro era de mala calidad (pidieron el ataúd más barato), la garfa no tuvo dificultad para despuntar deslizándose hacia la pared de la casa. Allí serpenteó hasta la ventana del dormitorio, se metió entre el montante y la peana, resbaló por el suelo escondiéndose tras la cómoda hasta el recodo de pared para seguir tras la mesilla de noche y subir por la orilla del cabecero de la cama. Casi de un salto atravesó la garganta de Lucía, que ni ¡ay! dijo, para tirarse hacia la de Miguel, traspasándola. Fue lo menos que pudo hacer el difunto: también es cuerno la uña.
A que impresiona ("acojona") un poco.
Bienvenue, Marie Sindie.
Te percibo; aunque no dejes huellas tan visibles, te percibo.
Je vous salue, Marie!
Merci bien.
Jo Sinda, ¡que relato!, da miedo de verdad. Besos.
¿¿Tesoro yo?? tú-sí-que, tú-sí-que!!
De la entradas no digo nadita nada porque ya te las comenté el día de sus correspondientes estrenos (así que ya sabes cuánto me gustaron)
Un besito grande Adulinda
nunca pense en ello... aunque sea tan evidente...
felicidades por tu reflexión...
abrazos desde el mar azul...
También, a veces, el llanto neutraliza con eficacia las lágrimas que caen por dentro, y se forma una corriente de agua mezclada con el color del aire preciso para lavar el malestar.
Un abrazo, Adu.
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