sábado, 30 de mayo de 2009

Quedada.

Lo mejor fue cuando la niña sacó un paquete de su bolso y dijo: "yo me he traído unas zapatillas planas y me las voy a poner, no os importa ¿verdad?", y a continuación añadió: "¿y esto de meterse unos zapatos en el bolso queda como de muy guarra?"
Y nosotras, Isa y yo, llorábamos y llorábamos, ya se ve en las fotos, porque nos sentíamos muy tristes, porque estamos solas, todas estamos solas a la postre, todis estamos solis, y porque nos apetecía llorar, qué cojones, que las lágrimas que no van fuera, caen por dentro y es mucho peor.
La niña es Donce, que eligió ese nick porque eran entre las once y las doce: doce, once… ¡DONCE!... ¡Bingo! Y es que esta cría, que parece una auténtica niña, fue la protagonista de la noche madrileña porque Isahú y servidora solo sabían llorar y llorar, como se ve en las fotos…
Isahú tiene un nosequé de chica guapetona pelín pallá, reinvidicatona y feministilla, que no para de fumar a pesar de sus cosas, clara y llana como el agua de la fuente, de cuando no estaban contaminadas quiero decir, que Isa también es verde, como lo es mi alma.
Y esta es la breve reseña de mi visión de la quedada que habíamos organizado un poco en secreto, en tres días, porque Isa se quedó con penita de que no fuera a la presentación de su jaula pero te la debo, le dije, y soy una mujer de palabra, y mucho más cuando me hacen llorar, que ya lo podéis ver en las fotos, es lo único que hicimos en toda la noche.

FOTO: las zapatillas planitas en los pies de Donce, corregida la foto según sus instrucciones (que no se vea el pantalón y... )

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