miércoles, 20 de mayo de 2009

Puntos cardinales.

Suena de fondo algún virtuoso que interpreta al piano a Ennio Morricone. Mientras, me limo las uñas. Mi perro merodea en busca de un sitio estratégico donde poder acomodarse sin perderme de vista. Al Oeste, a mi derecha, el viento del Atlántico azota sin piedad los juncos, y los observo pandear tras el cristal. A mi izquierda una caricia, como brisa tibia llegada del Levante, recorre mi anatomía de Norte a Sur. Las yemas de mis dedos casi rozan el Paraíso.
Algo muy parecido a ésto debe ser la felicidad.

4 comentarios:

Manolo dijo...

Sí, quizá el paraíso esté en el centro de la rosa de los vientos con la música envolviendo todo.

Dnc dijo...

Como siempre dices que nos lo creemos todo... pues ya no sé si ésto es cierto,"ciencia-ficción" o es que estás escuchando un disco de chill out.

Yo por si acaso te mando otra caricia desde tierras de secano.

(Muuuaccc)

Sinda dijo...

Y yo ahora mismo debería estar limándome los dientes. Grrr!
No nos has dicho que estuvieras en Lusitania,(aunque lo sabía).
Me gusta ese país, nunca me canso de volver.
Me alegra que te sientas próxima a la felicidad. Estos pequeños momentos son los que dan sentido a una vida. Que duren...
Besos

Adu dijo...

Han sido tres días de concentración y relajo total.
Gracias, amiguis.
BBN.