Había decidido entregarse a la poligamia. Tras tres matrimonios fracasados, innumerables amantes en serio y otro sinfín de historias olvidadas, y después de una meditada reflexión, renunció a la idea de “hogar, dulce hogar”. Disfrutaría de cuantas oportunidades le ofreciera la vida, sin remordimientos ni obligaciones, sin mentiras, sin excusas.
¿Quién ha dicho que no se puede querer a más de una persona a la vez? ¿No lo han hecho acaso en otros tiempos? ¿No lo practican actualmente en otras culturas? No existe la “media naranja”: existen afectos y atracciones, tanto más parciales a medida que vamos madurando y envejeciendo. Y, si no hay en el mundo alguien que pueda llenarnos completamente, lo ideal es sumar las partes que nos encandilan y formar, así, ese imposible perfecto.
De este modo y durante varios años, convivió alternativamente con la compañía fiel, el regazo acogedor, la amistad cómplice, el placer sensual, la experimentación culinaria, el duelo intelectual, la excitante juventud y la experimentada madurez, cada cual encarnado en una persona diferente. A todas y cada una de estas personas amó, o amó a las mil partes de su ideal; a todas ellas acompañó en sus enfermedades, felicitó en sus cumpleaños y no dejó de atender en otras costumbres sociales.
Hasta que un día llegó su hora. No se sabe si se confabularon para acabar con su vida o murió de forma natural por agotamiento: en su agenda, que encontraron junto al cadáver, se amontonaban las anotaciones unas sobre otras y no quedaba ni un solo renglón en blanco.
EL CÁRABO
Hace 3 días
2 comentarios:
Je, je...
Un besote.
“Leo” tuvo inicialmente otro nombre, que era el “nick” de la persona en quien está inspirado, pero no me ha dado permiso para utilizarlo de modo que, por respeto y afecto, lo he cambiado.
BBD.
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