domingo, 9 de marzo de 2008

Familia feliz

Son maduros pero se conservan joviales. Están en buena forma física y mental, aunque las canas ya son visibles y el abdomen ha ganado curvatura. Son aceptablemente guapos, razonablemente sanos, aparentemente felices.
Trabajan en una multinacional (él) o en la Administración (ella), en un puesto ya consolidado, de considerable prestigio aunque algo aburrido.
Tienen dos hijos, varón y hembra, estupendos chicos que nunca les han dado problemas dignos de consideración.
Este año harán sus bodas de plata e invitarán a su familia y a sus amigos que responden, casi todos, a su misma descripción. Lo celebrarán en un restaurante u hotel y será como volver a casarse: tarta y orquesta, sólo que ahora también están los niños, que participan con ilusión en la fiesta de papá y mamá.
No hay en sus vidas ninguna grieta por la que se les haya escapado algo impredecible.
Son sus conversaciones siempre parecidas, educadas, versan sobre generalidades y sobre todo, sobre sus hijos: qué estudian, cuál es el deporte en el que destacan, qué les compraron, dónde fueron de vacaciones...
Son en fin, la pareja ideal que yo no tuve, la prole perfecta que no supe construir. Inspiran algo de sana envidia, también suscitan la duda sobre si todo ese castillo se sustentará sobre arenas movedizas.
Ellos seguramente sienten, cuando me miran, que perdieron su libertad pero… ¡están tan orgullosos de su familia!

Las estadísticas dicen que hay:
- Un tercio de uniones estables.
- Un tercio que deciden romper el vínculo.
- Un tercio que no funcionan pero no se atreven a romper.

6 comentarios:

Adu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
guaPalupe dijo...

Por aquí andamos haciendo experimentos.
Me voy a matricular de 1º de bloggera, pre-escolar de mandos a distancia, introducción al manejo de la PDA, master en MP3 y doctorado de correo electrónico...
¡Ah! y del curso on line de programación del termostato de la caldera, que es presencial una vez al año (el día del solsticio de verano que ya no te congelas aunque no hayas hecho bien los deberes).
Con todo esto, no sé si dejar el trabajo o renunciar a la vida moderna. No hay horas para todo.

Luis Felipe Comendador dijo...

Demasiado lugar común en esa cincuentería... y los lugares comunes a veces son los más extraños.

Buen blog, colega.

Abraxos

Anónimo dijo...

Desde que Guadalupe me recomendó este sitio, he venido muchas veces, te escribí un montón de parrafadas para decirte que sííí que me gusta tu blog (aunque al final nunca pude publicar mis "comments") y ahora que puedo, resulta que me quedo en blanco como una pava (es que ya es muy tarde..., me voy a quedar como una pasa con tanta falta de sueño)
Bueno, lo dicho a ver si otro día vengo más "espabiladita"!
Un placer Adu, un beso para ti, otro gordote para Guadalupe y otro para el Sr. Comendador (por cierto, qué envidioso eres! que me habían invitado a mí...!!!! jeje)

Anónimo dijo...

... por cierto (y con tu permiso Adu):
Guadalupe, déjate de blogs de arquitecturas e independízate, que un blog tuyo (propio) debe ser la repera!

dnc

Adu dijo...

Lugares comunes:
Los tópicos típicos están aquí con una ironía subyacente. Esperaba que se percibiera.
Gracias por tu comentario que, al final, es elogioso, y sobre todo por tu visita. Es todo un honor recibir a un poeta de primera y además, bejarano. La poesía nunca fue lo mío, por eso admiro tanto a los que sois capaces de hacerla.
Dnc: gracias también aunque no sé quien eres, entra cuando quieras, no pensaba abrir el telón tan pronto pero tal vez ha sido el detonate que necesitaba para hacerlo.
Guadalupe es demasiado gansa y una vaga informática como para llevar ella sola un blog, aunque sea una tipa genial.
De modo que ya hemos inaugurado al público, sed todos bienvenidos.