A veces las lágrimas caen por dentro. Resbalan por el cerebro, descienden por la garganta, atraviesan el esófago, el estómago, penetran al hígado, barren el riñón, rasgan los ovarios, bajan por las piernas, y no reposan en los pies porque vuelven a ascender recorriendo sendas inversas.
Dejan el cuerpo surcado de regueros, caminos internos abiertos a golpe de dolor que no recuperan su ritmo jamás.
A veces las lágrimas caen por dentro. Es mucho peor que llorar.
Dejan el cuerpo surcado de regueros, caminos internos abiertos a golpe de dolor que no recuperan su ritmo jamás.
A veces las lágrimas caen por dentro. Es mucho peor que llorar.
1 comentario:
Jo GuAdu, qué cosa tan linnnda (queda raro decir que un desgarro es bonito, pero...). Uffffffff!
He entrado en el enlace, mañana lo leeré, aunque yo no podré hablarte técnicamente de nada -soy bastante rollete en ése sentido- sólo sé si las cosas me llegan o no (y es verdad que no siempre hace falta entenderlas), pero, sabes de lo que me estoy acordando...?
Hace unos años, en Arco, colgaron de extranjis un cuadro hecho por niños de cuatro años y... te morías de risa al escuchar las explicaciones que "los entendidos" le daban al asunto, jijiji.
Me ha encantado lo tuyo. Un besazo GuAduliteratura.
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