lunes, 27 de abril de 2009


Han pasado veinticinco inviernos. La nieve ha cubierto tantas veces sus pelucas que ha teñido de gris las cabelleras castañas. Sus cuerpos, con unos kilos más y algo oxidados, no les permiten ya subirse a la escoba.
Deciden improvisar un cónclave y, tras unos minutos de deliberación, concluyen que nunca más serán brujas: la madurez las ha convertido en mujeres. Ríen y aman.

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5 comentarios:

Sinda dijo...

No imagino a ninguna de las tres algoartrítica. Y ¿cuerpos pesados? Cómo se nota que no has visto el mío. Si están flacas, (sobre todo las dos de los extremos).Tú sí que eres bruja!

Isabel Huete dijo...

Supongo que son las mismas en unas fotos y otras. El paso de los años no pesa si una no quiere, lo que pesa son otras cosas que no voy a citar... :))
¿Eres tú alguna de ellas?
Besotes.

Adu dijo...

Ja ja ja, chicas.
Sindie, me debiste pillar corrigiendo.
A mí me pesa la cabeza y... pues sí, en las de abajo soy la del centro, Isabel, y en las de arriba... ¡adivina!
BBN.

Donce dijo...

Jaaaaaaaaaaaa, lo sabíaaaaaaa!!! Anoche pasé por aquí de punntillitas y no dije nada para no despertar....
Eres mu linnnnda, jodía, pero mucho-mucho, eh?!
Qué guay, ya no nos podremos cruzar por la calle sin que te reconozca!
Un besazo, que me voy contenta, que me ha hecho mucha ilusión verte.
Muacccccccccccccccc

Adu dijo...

DONCE, BONITA, muchas gracias. Está visto que mi destino es que los piropos que me echan vengan de las mujeres, me tendré que cambiar de club ;-) Je je... es broma por si alguna va y se lo cree, bueno, nunca se sabe, nunca se sabe.
En serio: la belleza está en los ojos de quien mira, ¿no lo sabías? Y tú, ¿dónde estabas, corazona? Que eres nuestro centro gravitatorio, tontorrona, no te vayas.
BBD.